Wednesday

Jerga marinera


Cuando abro una novela de marineros, ni bien se levan anclas, comienza una incertidumbre que nada tiene que ver con las aventuras y tempestades que seguramente atravesará la narración. Como muchos, puede que tenga una idea más o menos formada de la ubicación de la proa y la popa en un navío, pero debo admitir que mis nociones de babor y estribor o de barlovento y sotavento son bastante peregrinas y que nada sé de jarcias, escolleras, brazas y cabotajes (por no mencionar cáncamos, borneos, calafateos, quillas, entalingados, obenques, cuadernas así como el tumultuoso y enmarañado etcétera de velas, nudos y aparejos varios). Puedo comprobar que no se adelanta gran cosa con un diccionario especializado a la vista, donde se dice, por ejemplo, que “estrobo” no es sino un “trozo de cable con gazas en ambos extremos que se utiliza para suplementar una driza, algún aparejo o elevar el puño de amura de una vela”; ni qué decir del de la Real Academia, que define "cúter" como “embarcación con velas al tercio, una cangreja o mesana en un palo chico colocado hacia popa, y varios foques”... recuerdo que en mi juventud llegué a pensar, algo acomplejado, que no se trataba únicamente de libros de marineros, sino además de libros escritos para marineros, textos cifrados cuya clave permanecería oculta a quienes llevábamos anodinas vidas sobre tierra. Quizá por ello la anécdota que acabo de leer en una columna de Vila-Matas titulada Los peligros del primer lector me ha quedado dando vueltas. Resulta que un buen día, estando en alta mar, el escritor Joseph Conrad consultó a Jaques, cierto marino que amablemente había accedido leer el manuscrito de su primera novela, si le interesó la historia. "¡Ya lo creo!", obtuvo por toda respuesta. Algo majadero, Conrad insistió en preguntarle si la obra resultaba clara, a lo que el rudo hombre de mar contestó: "Por su puesto, perfectamente". Si me hicieran una pregunta similar, digamos, sobre Billy Budd Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, seguro no podría responder en los términos del marinero Jaques, pero en fin de cuentas qué más da; la madurez me ha enseñado que se puede vivir razonablemente sin saber como funciona un refrigerador o disfrutar las canciones de Françoise Hardy y no comprender ni la mitad de lo que dicen.

Labels: , ,

Friday

Por la ventana

Nos ponemos semánticos ni bien se presenta la ocasión. Tiene su gracia, pero aveces nos comportamos como la canciller de la RAE y un terrorista wittgeisnteiniano, respectivamente. Si a eso le sumamos cierta propensión a murmurar, alguna debilidad del oído y la orquesta de ruidos que ambienta el drama doméstico, tenemos suficientes malos entendidos para matiné, vermú y noche.
 -¿Que es desfenestrasse? -me preguntaba Glenda ayer sin levantar la vista de la computadora, o eso creí oír a través del ensayo de tap del inquilino de arriba y los estertores de martillo neumático y vehículos motorizados que se cuelan como moscas por la ventana, siempre muy abierta como es aconsejable para la salud.
-Una calle de Salzburgo -mentí con decisión, dando a entender que no tenía idea y me lo estaba inventando en el momento. Me miró por sobre sus lentes reprochándome, con cariño espero, y ejecuto una fuga de tac tac tacs en su teclado. Al cabo repuso: 
-Quiere decir arrojar a alguien por la ventana. 
-¡Per la finestra! -exclamé en italiano improvisado. Imaginé a Roberto Benigni asomándose entonces entre las cortinas para recordarme que vivimos en un poco teatral primer piso.

Labels: , ,

Wednesday

21 de mayo

Creo que reseñar efemérides es por definición un acto de oportunismo, o peor aún, de periodismo. Dicho esto, espero se disculpen unas pocas líneas sobre el Combate naval de Iquique, principal motivo por el que muchas calles del país se llaman 21 de mayo. Como se sabrá, en esta fecha se conmemora el heroico aunque  predecible hundimiento de la corbeta Esmeralda merced de las cargas, descargas y embestidas del acorazado Huáscar. Tal como ocurre desde que dejaron de divertirme las recreaciones navales de lavaplatos, pienso en que lo conmemorado es un tremendo despropósito: el de un capitán que insta a su tripulación, vencida aún antes de zarpar, a combatir a muerte y que, siendo consecuente si se quiere, salta, sable en mano, al abordaje del buque enemigo junto a un par de locos, borrachos muy presumiblemente, solo para caer fulminado a los pocos trancos como un anónimo extra en una aventura protagonizada por Jack Sparrow. Se dirá que el heroísmo suele colindar con la insensatez sin serlo, a lo que tendré que replicar que el capitán Prat fue un reconocido espiritista y un convencido de la transmigración de las almas (una fugaz celebridad de reality show lleva su nombre con lo que no pretendo insinuar nada), lo que a mi juicio atenúa significativamente su presunto virtuosismo. Eso y que además se estaba quedando calvo. En fin, es feriado nacional, así que no tengo que ir al trabajo, lo que compensa en parte una jornada que se vislumbra enojosa: me siento en la obligación cívica de hablar de efemérides con Glenda -que comparte nacionalidad con el acorazado Huáscar-, ver por la tele la tradicional cuenta pública de la presidenta y deshacerme en atenciones para con mis padres que han viajado desde el sur aprovechando el rojo del calendario y unos días administrativos. Me hubiese gustado más escribir sobre el difícil arte de devolver civilizadamente un paraguas o sobre el gran héroe ferroviario Casey Jones que, burlado por una serie de acontecimientos desafortunados, decidió hundirse horizontalmente aferrado al freno de su tren, el Canonball Express. Pero es 21 de mayo y se trata de harinas de otros costales. !Qué se le va a hacer!  

Labels: , ,

El lunes llovieron peces en Siri Lanka

Vuelvo al clima, mi tema de siempre a falta de otros mejores. Pensaba esta vez en el pronóstico del tiempo que leí el domingo en portada del Mercurio: "parcialmente despejado", así decía. Acto seguido miré al cielo, vi algunas nubes blancas, bastante intrascendentes para mi gusto, y me pregunté si en cambio no era más apropiada, de acuerdo a los usos del arte meteorológico, la expresión "parcialmente nublado". Pensé en los cielos nublados del Sur de mis años mozos, en esa ocupación de buscar formas en las nubes y encontrar sobre todo temas marinos y rostros siniestros. Recordé vagamente las especies de nubes: cirros, cúmulos, estratos. Olvidé a los nimbos, recuerdo. Me vino además la idea de que eso de parcialmente despejado o parcialmente nublado podría asimilarse, tal vez, a lo de ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero me abstuve de ahondar al respecto al caer en cuenta de que era el colmo de lo tópico. El clima, siempre vuelvo al clima, por ejemplo, creo importante apuntar que el lunes llovieron peces en Siri Lanka. Hecho el alcance, me he puesto a pensar en hojas de té y a continuación en un poema de Ezra Pound que me hace pensar a su vez en canciones otoñales o en estanques japoneses, en suma, en cosas por el estilo, olvidando por poco que en Siri Lanka llovieron peces el lunes.

Labels: ,